El Tesoro del Páramo Sisi: La Historia de Rafaelito Cañizales y la Cattleya percivaliana 'Carache'
En el corazón del Páramo Sisi, en la apacible parroquia La Concepción del municipio Carache, estado Trujillo, se teje una historia de pasión y dedicación que se entrelaza con una de las orquídeas más emblemáticas de Venezuela: la Cattleya percivaliana. Más allá de los registros botánicos formales, esta narrativa reivindica el legado de José Rafael Cañizales Morales (1917-1998), popularmente conocido como "Rafelito", un hombre cuya vida y amor por la flora andina le granjearon el reconocimiento mundial.
La Familia Cañizales Morales
José Rafael Cañizales Morales, "Rafelito", nació el 29 de octubre de 1917 en Sisi, Parroquia Concepción del Municipio Carache, Estado Trujillo. Sus padres fueron:
Padre: Juan Antonio Cañizalez, nacido en 1876 en el municipio Concepción, Distrito Carache, y fallecido el 25 de marzo de 1974 en Trujillo.
Madre: Ponceana de Jesús Morales, nacida el 8 de abril de 1877 y fallecida el 2 de enero de 1959 en el caserío El Rincón.
Sus abuelos paternos fueron José Gregorio Cañizalez y Mercedes Azuaje, ambos originarios de Trujillo. Sus abuelos maternos fueron Juan Bautista Morales y María de la O Cañizalez, ambos de La Concepción de Carache.
Rafelito tuvo dos hermanas:
María de la Concepción Morales Cañizalez, nacida el 13 de agosto de 1914.
María de la O Cañizales Morales, nacida el 19 de agosto de 1919.
En su vida adulta, el 15 de diciembre de 1944, Rafelito se casó con María de la Encarnación Pacheco en la iglesia parroquial San Antonio de Padua de Burbusay. Fruto de esta unión, procrearon diez hijos.
Un Inicio entre la Naturaleza y la Nobleza
La vida de "Rafelito" transcurrió en un ambiente familiar marcado por la nobleza, la generosidad y la alegría natural. A pesar de su baja estatura, que le valió el cariñoso apodo, su figura se agigantó gracias a su sensibilidad innata hacia la naturaleza. Desde su adolescencia, la belleza y la fragancia de las flores de las altas montañas andinas despertaron en él una vocación inquebrantable.
Su fascinación lo llevó a aventurarse incansablemente en el Páramo Sisi en busca de preciosas orquídeas. No era una tarea sencilla: los lugares remotos, los imponentes árboles y los peligrosos despeñaderos eran obstáculos constantes. Sin embargo, su hábito de caminar, su menuda estatura y su peso de tan solo 34 kilogramos se convirtieron en ventajas inesperadas, confiriéndole una habilidad excepcional para moverse con destreza por el terreno. Su propósito no era solo recolectar, sino también preservar, dejando o intercambiando especies en su lugar de origen, un acto de conciencia ecológica adelantado a su tiempo.
A pesar de que su familia se mudó a la ciudad de Trujillo en 1969 para ofrecer mejor educación a sus diez hijos (debido a que la escuela de Sisi solo ofrecía hasta tercer grado de primaria en esa época), Rafelito decidió permanecer en Sisi. Su profunda conexión con su tierra, sus labores locales y, sobre todo, su inquebrantable pasión por las orquídeas, lo anclaron a su residencia, rehusándose a adaptarse al ritmo de la vida urbana.
De Coleccionista Local a Expositor Nacional: El Ascenso de la Percivaliana 'Carache'
A partir de 1970, durante las visitas familiares a Trujillo, Rafelito comenzó a involucrarse en exposiciones colectivas de orquídeas. Allí, forjó amistades con otros cultivadores, lo que le permitió perfeccionar sus técnicas de cultivo. Sin embargo, su interés se mantuvo firme en las especies originales, mostrando poco o ningún interés en experimentar con híbridos. Su corazón latía al ritmo de la pureza de la naturaleza.
Fue en este escenario donde la Cattleya percivaliana, especialmente las floraciones de septiembre y octubre, comenzó a destacar bajo su cuidado. La clave de su éxito fue la constancia, que lo llevó a obtener un merecido reconocimiento por su joya más preciada: la Percivaliana semi-alba 'Carache'.
La Cattleya percivaliana 'Carache': Símbolo y Legado
La Cattleya percivaliana 'Carache' es mucho más que una flor hermosa: es un símbolo natural de Carache y del estado Trujillo. Al ser endémica de Venezuela, su presencia aquí es un tesoro que debemos proteger y celebrar. Es una especie natural, no un híbrido, y se caracteriza por:
Pétalos y sépalos de un blanco inmaculado.
Un labelo púrpura intenso y vibrante, un sello distintivo que solo se encuentra en nuestra tierra y le ha dado fama mundial.
Un olor característico natural que atrae a los insectos para su polinización, diferenciándose de los híbridos que suelen tener una fragancia perfumada.
Este clon es tan apreciado que, según se cuenta, una de estas orquídeas fue regalada a la Reina Farah Diba (esposa del Shah de Irán Mohammad Reza Pahlavi) durante una visita a Venezuela en 1975. Debido a esto, en otros países, y a veces erróneamente en Venezuela, este mismo clon es conocido como 'Farah Diba'. Es importante destacar que 'Farah Diba' se refiere popularmente al clon 'Carache', mientras que otro clon común, 'Jewel', carece de la coloración intensa del labio que tiene la 'Carache'/'Farah Diba'.
Fama Internacional y un Legado Vivo
La fama de Rafelito y sus orquídeas trascendió las fronteras de Trujillo, llevándolo a exponer a nivel nacional en ciudades como Caracas, Maracay, Mérida y Barquisimeto. Su personalidad jovial, carismática y amable, junto a su amena conversación, lo hicieron popular en el circuito de orquideólogos. Destacaba no solo por sus flores, sino también por su singular estatura dentro del grupo. Miembro de la Sociedad de Orquideología Larense, su última exposición individual tuvo lugar en Carache el 12 de octubre de 1992, recibiendo el reconocimiento de la municipalidad.
A pesar del difícil acceso al caserío de Sisi, la reputación de Rafelito atrajo a cultivadores y expositores nacionales e internacionales. Desde China, Japón, Brasil, Colombia y Chile hasta Estados Unidos, Alemania y España, visitantes de todos los continentes emprendieron el viaje, no solo en busca de las orquídeas, sino también para disfrutar del clima de hospitalidad y alegría que Rafaelito les ofrecía. Sus relaciones trascendieron el mero intercambio de plantas, forjando lazos de amistad duraderos.
José Rafael Cañizales Morales, "Rafelito", falleció el 9 de junio de 1998, dejando un legado imperecedero. Su pasión por las orquídeas y el conocimiento de la flora autóctona del Páramo Sisi no solo enriquecieron la comunidad orquideológica global, sino que también pusieron en el mapa una joya natural de Venezuela: la Cattleya percivaliana 'Carache'.
Hoy, esta herencia vive a través de su hija, Lourdes Cañizales, quien continúa preservando las orquídeas y otras plantas ornamentales en la residencia familiar en La Concepción de Carache. Su labor es un testimonio vivo de que el verdadero tesoro de la naturaleza se valora y perpetúa gracias a la dedicación de personas como Rafelito, quienes con su espíritu, pasión y conocimiento local, enriquecen el patrimonio natural de su tierra para el disfrute del mundo.
Investigación Carlos Rodríguez Arrieche 2025
Fuente oral Lourdes Cañizalez 2012, 2025.
Fuente documental
Registro Civil Trujillo
Registro Diocesano estado Trujillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario